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Mostrar preocupación como base de cualquier marca ha de ser un valor definido.

El branding corporativo es lo que define a una empresa respecto a su público y sus stakeholders en las acciones que realiza la empresa, no lo que dice hacer por sus consumidores y por su público.

Todos los días estamos presentes ante cientos de equívocos, tanto en las grandes compañías como en la mediana empresa, observando como cada fallo de comunicación se hace más omnipotente que el anterior por el simple hecho de no saber cortar el problema de raíz.

¿Cuándo se ha olvidado la base de la responsabilidad social corporativa?

La egolatría comunicativa de las empresas, al no gestionarse correctamente, puede provocar actitudes impersonales y asociadas hacia valores intrínsecos en palabras vacías e inexactas que no muestran gran preocupación en el factor cliente. Es en el momento que una empresa gestiona a sus consumidores como simples usuarios, olvidándose de que trata con personas, es cuando empieza a conocer donde empieza el final de la reputación corporativa.

Cuando trabajamos con un cliente entendemos la preocupación como la gestión de la responsabilidad profesional y humana que nos relaciona desde el primer contacto, por ello hacemos tanto hincapié en el compromiso que adoptamos cuando gestionamos la cara digital de una compañía.

Por todo ello, las consecuencias de no mantener un branding corporativo exigente con tu propia filosofía de marca puede llegar a discernir una personalidad estrictamente empresarial, desnuda ante miles de consumidores y competidores que no les importa demasiado tu caída, sino todo lo contrario.

A veces todo es tan sencillo como ser, como un factor de riesgo ante cualquier rumor o accidente referente a tu empresa, en vez de mantener un discurso que solo dice ser un manual de comunicación que se hace invisible ante tu entorno.

Al parecer todavía quedan muchos manuales y herramientas de gestión de crisis que escribir para llegar a las directivas empresariales que solo oyen eco en la inmensidad de sus errores, pero nosotros tenemos claro que trabajando desde el principio y manteniendo una perspectiva profesional desde la empatía en el sector, podemos convertir un problema en un mero error humano.